MI TRABAJO

Históricamente se ha producido una división en la concepción de la salud. La medicina occidental se ha concentrado en el cuerpo físico, ignorando la relación existente entre causa emocional y síntoma (dicotomía mente-cuerpo, nunca aceptada por el concepto oriental). En esta división, la medicina oriental se vio desvalorizada por no ser objetivable por el concepto positivista y se dejó de lado (aunque recientemente el desarrollo de la electrónica devino en la objetivación de lo descrito hace miles de años en forma empírica). Así en nuestra sociedad se disoció la psiquiatría de la medicina física.

El Dr Verini propone la necesidad de comprender como desde los procesos psíquicos (procesos inmateriales) podemos llegar a afectar la fisiología (biología molecular, procesos materiales). Se comprende claramente que la afección física del Sistema Nervioso Central (bioquímica, anatomía) puede alterar la función psíquica (Ej.: trastornos vasculares y cerebrales que repercuten en la función de la mente y la psique), pero explica como, un conflicto psíquico generado por el medio (estrés, concepto biopsícosocial y ambiental), puede afectar algo tan concreto como el cuerpo físico. Cómo algo tan inmaterial como una emoción o un pensamiento termina transformado en algo tan tangible como la enfermedad orgánica.

La primera medicina en ofrecer respuestas a estos interrogantes fue la china, afirmando que las emociones afectan a los órganos (Ej. Miedo, riñón y vejiga; tristeza, pulmón) y estableciendo una relación entre los órganos y enfermedades con las maneras de sentir de quien las sufre.

La propuesta del Dr Verini postula que no existe división entre procesos psíquicos y físicos sino que ambos son manifestación simultánea del fenómeno de la vida, de la misma manera que la energía puede ser onda y partícula a la vez (manifestación electromagnética y material (fotón/luz). El nuevo paradigma de la física ha demostrado que el fenómeno energético puede manifestarse al mismo tiempo como partícula y como onda. Así podemos extrapolar que en el hombre la manifestación como partícula forma el cuerpo físico y las ondas están constituyendo lo que llamamos mente o psiquismo.

La enfermedad no es material en su origen, sino una circunstancia articulada en conceptos ontogénicos, biográficos y transpersonales.

Es sabido que reaccionamos de diferentes maneras, ante los estímulos del medio ambiente, en función de si la sensación que percibimos es placentera o perturbadora: cuando es placentera, la energía fluye por todo nuestro organismo de forma homogénea; cuando es perturbadora, reaccionamos rechazando esa sensación con la mente y tratamos de neutralizarla en el cuerpo con una contracción de músculos, deteniendo por tanto la circulación energética para no percibir esa mala sensación e impedir que nos invada.

La vida moderna nos deja indemnes a los efectos de lo emocional retenido, la presión continua y la necesidad de rentabilizar los logros sin atender a las necesidades del individuo, no dan lugar a una reacción compensatoria sostenida. La energía detenida por las tensiones emocionales contenidas en un punto cerrado se manifiesta en una patología física (úlcera gástrica, contractura muscular, infertilidad, cáncer…) o se hace presente con una manifestación psíquica (fobia, depresión, trastorno alimentario…).

Cuando un deseo o un impulso no pueden ser cumplidos o una emoción no puede ser expresada, ¿dónde va? la emoción suprimida se manifiesta por el cuerpo. Aparece entonces el concepto de la enfermedad como lenguaje. Este lenguaje cuenta su contenido a quien lo sepa leer.

Para la sociedad la enfermedad es aceptable pero no lo es la expresión de las emociones. Así los síntomas y la enfermedad, tolerados socialmente, suelen reemplazar a las expresiones emocionales, rechazadas.

Como el sistema de salud vigente suprime los síntomas, ”curándolos” sin ahondar en la causa emocional que generó la manifestación, la enfermedad queda oculta y su núcleo etiológico (causa), queda a la espera de manifestarse en otras áreas del sistema.

Tanto la familia como los educadores y la sociedad, nos marcaron el sentido de lo que es correcto y de lo que no lo es, sembrando en nosotros una estructura rígida con el fin de impedir la expansión de las emociones que nos harían inaceptables para la sociedad. Cuanto más rígida sea esta estructura represiva (coraza caracterial) menos posibilidad de que lo que sentimos se exprese y la tensión emocional se acumula como la lava de un volcán hasta estallar como enfermedad orgánica y/o psíquica siendo ambas expresión de un mismo fenómeno que se denomina núcleo que puede ser vehiculizado por el aparato físico o por el psíquico, quedando siempre oculto al pensamiento consciente.

De esta forma el Dr Verini propone que, ante un núcleo no resuelto (trauma) aparece una manifestación psíquica (fobia, depresión, trastorno alimentario) y/o física (ulcera gástrica, contractura muscular, infertilidad, cáncer, o enfermedades degenerativas neurológicas).

La técnica del Dr. Verini permite acceder a lo más profundo de nuestra experiencia personal, a aquello que no conocemos, pero que desde las profundidades de lo no consciente influencia nuestra vida. Todo lo que ocurre en nuestras vidas tiene un impacto en nuestros cuerpos y queda grabado a nivel celular. Una buena o mala noticia produce una reacción corporal. Estos impactos o emociones se alojan en las células y son los que nos predisponen a actuar de la misma manera en situaciones similares. Cuando se vive una situación traumática, el hecho en sí queda unido, fusionado a las emociones experimentadas. Posteriormente el suceso puede quedar olvidado, pero situaciones parecidas, pueden activar a nivel subconsciente las emociones experimentadas en el pasado. Nuestro cuerpo es como un ordenador. Le cargamos información y a la vez podemos modificar o eliminar patrones que nos impiden estar bien, saludables y sin estrés. El Dr. Verini accede a toda esta información que se ha grabado a lo largo de nuestra vida y logra entrar a ese núcleo a ese trauma que está escondido en nuestro inconsciente y que es la causa de la enfermedad.

Esta técnica accede al momento en que se formó el núcleo de la patología y allí reinscribe sus contenidos desarticulando en su origen las causas del trastorno actual, de manera que se desactiva su capacidad desequilibrante y causante de enfermedad.

Por tanto esta técnica sirve para evitar el discurso como fuente de resistencia e información incompleta. El cuerpo permite un acceso a registros negados y estructuras profundamente enraizadas en lo no consciente.

"REFLEXIÓN"

Debemos ser conscientes de que cuando enfermamos, no solo hay que curar nuestro cuerpo, siempre hay en relación a la manifestación orgánica, culpas que aceptar, memorias que perdonar, tristezas que liberar, duelos que cerrar…